domingo, 4 de octubre de 2015

EL ROMANTICISMO para alumnas y alumnos de 4 de ESO

UNIDAD DIDÁCTICA
  EL ROMANTICISMO  Y LAS LEYENDAS DE BÉCQUER

TAREA PREVIA: Durante unos segundos vais a pensar qué significa para vosotros la libertad después haremos una puesta en común.
Vamos a entrar en una época (el comienzo del siglo XIX, cuando triunfa el Romanticismo) en la que la lucha por la libertad se convirtió en algo fundamental, especialmente en España, que vivió unos años singulares y apasionados con la Guerra de la Independencia, y los intentos liberales por conseguir instaurar una Constitución, unas Cortes y una serie de derechos y libertades para todos.
OBJETIVOS
    Conocer los rasgos del movimiento romántico.
    Establecer las peculiaridades del romanticismo español en sus géneros y obras principales.
    Conocer las novedades temáticas y formales del movimiento posromántico en la segunda mitad del siglo XIX
    Analizar las características formales de la obra de Rosalía de Castro y de Gustavo Adolfo Bécquer.




2.CONTENIDOS
Conceptuales:
    Rasgos del movimiento romántico.
    El romanticismo en España.
    El teatro, la poesía y la prosa románticos.
    José de Espronceda.
    Mariano José de Larra.
    El posromanticismo. Rosalía de Castro y Gustavo Adolfo Bécquer.
Procedimentales:
    Reconocimiento de los rasgos del movimiento romántico y de los géneros literarios en textos.
    Comentario literario de un poema romántico.
    Explicación del carácter posromántico de un texto.
    Lectura, análisis e interpretación de textos posrománticos.
Actitudinales:
    Interés por el conocimiento del movimiento romántico y su repercusión en la literatura.

NUESTRO PROYECTO FINAL: En grupos de 4 buscar imágenes relacionadas con el Romanticismo y acompañarlas de música de autores también románticos y hacer un vídeo creativo de unos dos minutos de duración..
Para realizar el proyecto puedes pedir consejo a tu profesor/a de música  sobre algún autor del romanticismo y seguro que para las imágenes te servirá él o la profesora de plástica.
Comenzaremos con el visionado de este vídeo para conocer los aspectos más relevantes de este movimiento.
CUESTIONARIO VÍDEO SOBRE EL ROMANTICISMO
1. ¿Se puede decir que el Romanticismo es una corriente literaria?
1. ¿Cómo se define entonces el Romanticismo?
1. ¿A qué países afecta?
1. ¿Qué hay en el origen del Romanticismo?
1. ¿Qué clase social impone sus valores?
1. ¿En qué país y en qué siglo se encuentran los orígenes del Romanticismo?
1. ¿A qué reglas se opone?
1. ¿Cuáles son las principales actitudes románticas?
1. ¿A qué terrenos abarca el ansia de libertad?
1. ¿A qué sentimientos se abandona el romántico?
1. ¿Confía el hombre romántico en la razón?
1. ¿Cómo se ve la vida?
1. ¿Entre qué polos se mantiene una lucha el hombre romántico? ¿A qué conduce a veces esta lucha?
1. ¿Cuáles son los temas del Romanticismo?
1. ¿Por qué se caracteriza el estilo romántico?
2. TAREA EN PAREJAS
Terminaréis de conocer este movimiento literario con la elaboración de un pequeño trabajo. Se realizará en parejas y consistirá esencialmente en el estudio de un autor romántico significativo de nuestra literatura. Hemos elegido a:

1. José de Espronceda

2. Gustavo Adolfo Bécquer

3. Rosalía de Castro

4. el Duque de Rivas y

5. José de Zorrilla.

6. Mariano José de Larra

Los trabajos, que finalmente se expondrán oralmente en clase (con el apoyo de una presentación elaborada en Power Point Prezzi Google Docs), constarán de las siguientes partes:

    Presentación del autor: ficha biográfica y bibliográfica.
    Análisis de su obra: temas, estilo...
    Selección de un texto del autor elegido para su comentario.
Os dejo estos enlaces donde encontraréis algunas pautas para realizar el comentario de texto de vuestro autor.

LECTURA DE LAS LEYENDAS: Gustavo Adolfo Bécquer
La segunda parte de esta unidad didáctica se basa en la lectura de algunas de las leyendas de Bécquer.
PROYECTO FINAL:
 Con la historia de la leyenda que más os haya gustado después de su lectura vais a escribir una fotonovela. Para acercarnos a este género es conveniente que aprendáis algo sobre él, al final del tema os dejaré la información que necesitaréis.
LAS LEYENDAS
Las Leyendas de Bécquer son narraciones breves de tradición oral a las que su autor, mezclando elementos reales con situaciones imaginarias, traslada sus ilusiones y sus desengaños, su visión romántica del amor y de la creación artística. Esto se puede apreciar en una serie de características que podemos considerar comunes a los distintos relatos:
Espacio. Bécquer prefiere las ciudades antiguas (Soria, Toledo, Sevilla), los viejos castillos, templos y monasterios, las ruinas abandonadas, lugares propicios para la imaginación o el misterio.
Tiempo. En casi todas las leyendas el hecho culminante ocurre de noche. La época es siempre el pasado, preferentemente la Edad Media. Así ocurre por ejemplo en El rayo de luna, El Monte de las Ánimas, Los ojos verdes o La corza blanca. Las más cercanas en el tiempo son El Miserere, cuya acción principal se desarrolla en el siglo XIX, y El beso, que se sitúa durante la ocupación francesa en la guerra de la Independencia.
Personajes. Los protagonistas son casi siempre jóvenes enamorados impulsivos e imprudentes, y damas hermosas pero perversas. Un ejemplo de personaje masculino puede ser Fernando de Los ojos verdes, que termina arrastrado a la muerte por su propia pasión. Beatriz, la protagonista de El Monte de las Ánimas es un ejemplo de esa mujer de belleza ideal pero que acarrea la desgracia de su enamorado.
Elementos fantásticos. En todas las Leyendas hay un momento culminante en el que ocurre un prodigio, un hecho maravilloso que rompe la normalidad. En ocasiones este prodigio tiene un carácter sagrado, como en El Miserere o Maese Pérez el organista; en otras, se basa en creencias populares o supersticiones: lagos encantados (en Los ojos verdes), muertos vivientes (en El Monte de las Ánimas o El Miserere), etc. En todos los casos, el protagonista es el misterio, la confusa frontera entre la realidad y la imaginación.
Los desenlaces son siempre trágicos, consecuencia de una conducta imprudente o de haber transgredido una prohibición. Así, Manrique, el protagonista de El rayo de luna, pierde el juicio víctima de su propia obsesión por un amor ideal; o el capitán francés de El beso muere por atreverse a profanar un lugar sagrado, lo mismo que les ocurre a Beatriz y Alonso en El Monte de las Ánimas, etc.
Estilo. Pese a estar escritas en prosa, la de las Leyendas es una prosa profundamente poética. Quiere esto decir que aunque no están escritas en verso, presentan muchas características estilísticas propias de la lírica. La adjetivación y los recursos literarios empleados las dotan de una gran expresividad y musicalidad.
Finalmente, en las Leyendas se plasman los grandes temas de Bécquer: la lucha entre el ideal y la realidad, que se refleja en el tema del amor imposible (El rayo de luna, Los ojos verdes…) y en el tema de la creación artística, que aparece en Maese Pérez el organista y El Miserere.
TAREA
Estas son las siete Leyendas que tenéis que leer (alguna de ellas la leeremos y comentaremos en clase):
GUÍA DE LECTURA
 Aquí os dejo una guía de lectura con varias preguntas sobre cada una de las leyendas seleccionadas:
LOS OJOS VERDES


1. Fernando de Argensola va a la Fuente de los Álamos por un motivo, ¿cuál? ¿Quién le pide que no vaya?
2. ¿Qué le cuenta el montero Íñigo a su señor sobre la fuente? ¿Por qué sabe él eso?
3. ¿Quién es en realidad la mujer con la que se cita en la Fuente de los Álamos? Declara que se siente atraída por los hombres como Fernando de Argensola. ¿Cómo los considera y por qué?
4. Describe el final de Fernando de Argensola detalladamente.
5. Relaciona esta leyenda con la rima XIV de Bécquer. 


EL MONTE DE LAS ÁNIMAS


1. ¿Qué le regala Alfonso a Beatriz y con qué excusa lo hace?
2. ¿Por qué motivo vuelve Alonso al Monte de las Ánimas? (en realidad son dos: uno referido a su prima y otro referido a su honor)
3. ¿Cómo encuentran los criados a Beatriz por la mañana? ¿Por qué? ¿Qué cosa en concreto ha visto?
4. Describe qué es lo que contó antes de morir un cazador que pasó la noche de Difuntos en el Monte de las Ánimas.
5. Vocabulario: templarios, reclinatorio, friolera.


MAESE PÉREZ EL ORGANISTA
1. Realiza una breve caracterización de Maese Pérez, tanto física como moral.
2. Explica con detalle las circunstancias de su muerte (cómo, cuándo, dónde y haciendo qué).
3. ¿Quién toca el órgano al año siguiente de la muerte de Maese Pérez? Explica por qué ese personaje había aparecido ya antes en la iglesia y cómo es.
4. ¿Quién toca el órgano el último año relatado en la leyenda? ¿A qué se dedica? ¿Cómo termina la misa?
5. Vocabulario: introito, ofertorio, usarced…
EL RAYO DE LUNA
1. Describe cómo es Manrique: qué le gusta, qué hace, en qué cree, qué opina la gente de él…
2. Manrique se obsesiona por una mujer cuya presencia intuye… ¿Dónde y cuándo? ¿Cómo empieza a seguirla y cómo pasa la noche?
3. ¿Cómo le afecta a Manrique el descubrir la verdad sobre la mujer a la que persigue? ¿En qué manera cambia su manera de vivir?
4. ¿Por qué cree el narrador que Manrique ha recobrado la cordura al final de la historia? Explícalo detalladamente.
5. Vocabulario: orla, lontananza.
EL BESO
1. El protagonista de esta leyenda es un joven capitán que se siente fascinado por la belleza de una dama esculpida en mármol. ¿Dónde se halla esa estatua y cómo llega el capitán a ese lugar?
2. En esta leyenda se menciona la fábula de la Galatea. Resúmela brevemente.
3. ¿Qué opinan los soldados de la extraña afición del capitán?
4. ¿Qué ocurre cuando el joven capitán intenta besar a la mujer esculpida?
5. Vocabulario: ostracismo.
LA CORZA BLANCA
1. El pastor Esteban le cuenta a los caballeros de don Dionís una historia sobre unas corzas. Resúmela.
2. ¿De quién está enamorado Garcés y qué le promete? ¿Cómo reacciona la mujer ante esa promesa?
3. Explica lo que ve Garcés mientras pasa la noche en el bosque.
4. ¿Qué sucede cuando Garcés hiere mortalmente a la corza blanca?

EL MISERERE
1. ¿Dónde está la abadía de la que se habla en esta leyenda?
2. Según el abad, ¿qué sucede en las ruinas del antiguo monasterio cada Jueves Santo?
3. ¿Consigue el músico concluir la composición con la música celestial que había escuchado?
4. Vocabulario: romero, miserere.


  







Tarea individual:
Después de responder las cuestiones anteriores (de comprensión lectora),debéis escribir una pequeña leyenda inventada por vosotros en la que aparezcan los principales rasgos del romanticismo:
1º La acción se situará en una ciudad española
2º Los hechos ocurrirán durante la noche y en la época medieval (castillos, monasterios, calles empedradas...)
3º La acción debe contener elementos realistas y fantásticos (sobrenaturales)
4º Los personajes de relacionarán por un deseo amoroso
5º El final de la historia será trágico.
6º No olvides cuidar el estilo a la hora de escribir, usa bastantes adjetivos , metáforas, paralelismos...

 TAREA DE CREATIVIDAD: Escribir un relato teniendo como telón de fondo una Rima de Bécquer
Cuando me lo contaron...

XLII
Cuando me lo contaron sentí el fríode una hoja de acero en las entrañas,me apoyé contra el muro, y un instantela conciencia perdí de donde estaba.Cayó sobre mi espíritu la noche,en ira y en piedad se anegó el alma,¡y entonces comprendí por qué se llora!¡y entonces comprendí por qué se mata!Pasó la nube de dolor... con penalogré balbucear breves palabras...¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo...Me hacía un gran favor... Le di las gracias.
¿Qué le contaron? ¿A quién? ¿Por qué? ¿Quiénes son los tres personajes implicados en esta situación? ¿Qué relaciones existían entre ellos? ¿Cómo han llegado a la situación que recoge el poema? ¿Qué ocurrió después?

Vosotr@s tenéis que dar respuesta a  estas preguntas  en un relato. Echad a volar la imaginación, y con ella, cread los personajes, las relaciones, la historia, con todos sus detalles. Puede ser como vosotros queráis, siempre que el poema encaje en ella.. Para los detalles, tenéis total libertad.

Por si acaso, os recuerdo algunas de las pautas o pistas a tener en cuenta para escribir narraciones:
    Antes de lanzaros a escribir, idead la historia y pensad un poco en sus principales elementos: espacio, tiempo (época, duración), personajes, argumento (suceso). Tomad notas si es necesario o haceos un pequeño guión o esquema previo.
    Las narraciones deben seguir una estructura, un orden. El más cómodo y sencillo:
1. Planteamiento (presentación de los personajes -aquí podéis incluir algunas descripciones más breves o más extensas-y su situación inicial),
2. Nudo (parte central del argumento, donde se desarrolla el conflicto, o el problema, o la aventura) 
3. Desenlace (solución final, aunque en las narraciones de final abierto puede quedar algo sin solucionar para que el lector imagine y le dé el final que quiera)
    Situadla en un lugar y tiempo concreto (puede ser el que queráis, actual o pasado, real o inventado, lejano o cercano, imaginativo o realista....).
    Elegid un narrador (quién cuenta la historia): puede ser
-En 3ª persona (está fuera de la historia, y generalmente lo sabe todo sobre ella), 
-En 1ª persona (es un personaje de la historia: en este caso, puede ser el traicionado -o traicionada-, el traidor -o traidora- o el amigo -o amiga... podéis hacer que sea amiga, si queréis). ...Una misma historia puede cambiar mucho según quién nos la cuente, y el punto de vista  y la información que tiene sobre ella
    Caracterizad a los personajes, incluyendo alguna descripción (aunque sea breve) que nos permita saber quiénes son, cómo son. a qué se dedican, etc.
    Incluid fragmentos dialogados, que hacen las narraciones más vivas, amenas, y permiten conocer a los personajes.
    Cuidad la redacción, expresión, ortografía y puntuación.
    Ponedle título: mejor que sea llamativo y sugerente, es decir, que despierte en el lector el interés por lo que le vais a contar. Yo os recomiento que primero escribáis la narración, y el título se lo pongáis cuando ya la tengáis escrita.
    Una vez escrita, leedla, y corregid, cambiad y pulid todo aquello que pueda mejorarse o quede confuso, tanto de la historia de contáis como de la lengua (ortografía, puntuación, expresión, repeticiones, etc.)


APÉNDICE DE LA UNIDAD SOBRE EL ROMANTICISMO
Si lo deseas para tu proyecto individual puedes realizar una fotonovela con el tema de alguna de las leyendas. Se trataría de adaptar el contenido (el argumento de alguna de ellas a la estructura de una fotonovela). Para ello debes elegir los momentos más relevantes de la narración y estructurarlos en torno a una serie de imágenes que vosotros mismos vais a crear. Como pie de foto explicarías que es lo que está pasando. Este tipo de narración se parece mucho al de los cómics en los que algunos dibujos aglutinan mucha información. Recuerda que en la Fotonovela, como en cualquier narración deben estar claros EL PLANTEAMIENTO, el NUDO y el DESENLACE.
En el siguiente enlace tienes la información necesaria para trabajar la Fotonovela.
¡¡Adelante y mucho ánimo que pueden salir cosas estupendas!!


TEXTOS ROMÁNTICOS

ROSALIA DE CASTRO


Dicen que no hablan las plantas

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:
—Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

—Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.

Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?



NEGRA SOMBRA


Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.
Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.
Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.
En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.


Cuando pienso que te fuiste,
negra sombra que me asombras,
al pie de mis cabezales,
vuelves haciéndome burla.

Cuando imagino que te has ido,
en el mismo sol te me muestras,
y eres la estrella que brilla,
y eres el viento que sopla.

Si cantan, eres tú que cantas,
si lloran, eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río
y eres la noche y eres la aurora.

En todo estás y tú eres todo,
para mí y en mí misma moras,
no me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.



La cantante LUZ CASAL, de origen gallego, como Rosalia de Castro realizó una versión de Negra Sombra en Gallego.
Puedes escuchar su interesante versión en compañía del gaitero Carlos Núñez en el siguiente enlace:



Si quieres saber más sobre Rosalia de Castro puedes consultar la página de su Fundación, en la que encontrarás detalles sobre su biografía y obra:

http://rosaliadecastro.org




Don Álvaro o la fuerza del sino - Duque de Rivas (comentario de texto)

PAUTAS PARA EL COMENTARIO
  1. El texto corresponde al final de la obra: Puede ser interesante conocer en lo esencial cuáles son los acontecimientos que conducen irremisiblemente a un final tan patético. Infórmate, pues, del argumento del drama.
  2. El destino cumple un papel esencial desde el mismo comienzo de la acción: se superpone a la voluntad y a la acción de los personajes, quienes, arrastrados por él, verán frustrados todos sus anhelos. En muchas ocasiones, este destino se manifiesta como una casualidad forzada por el propio autor. ¿Aparece de esta forma en algún momento del pasaje? Coméntalo.
  3. En conexión con el destino, se presenta también el tema del error funesto. ¿Qué es lo que provoca el cambio de actitud de don Alfonso, quien, herido de muerte, se manifiesta arrepentido de su actuación y pide confesión, y un instante después, preso nuevamente de la ira, mata a su propia hermana?
  4. Los elementos escenográficos cobran una importancia fundamental en este final de la obra. Señálalo y coméntalo. ¿Cuál es su función en el texto?
  5. Las palabras finales de don Álvaro son muy significativas. Las actitudes irreverentes y aun demoníacas son muy frecuentes en ciertos personajes románticos (pueden observarse también en don Juan Tenorio y en el protagonista de El estudiante de Salamanca). Comenta cómo se entiende en la obra esta reacción del personaje. ¿Con qué ideas y presupuestos básicos de la ideología romántica se relaciona esta tendencia hacia lo demoniaco?









[JORNADA V ESCENA SEXTA]






DON ALFONSO. Ya lo conseguiste. ¡Dios mío! ¡Confesión! Soy, cristiano...



Perdonadme.... salva mi alma...



DON ÁlVARO (Suelta la espada y queda como petrificado). ¡Cielos!... ¡Dios



mío!... ¡Santa Madre de los Ángeles!... ¡Mis manos tintas en sangre..., en sangre de



Vargas!...



DON ALFONSO. ¡Confesión!, ¡confesión!... Conozco mi crimen y me arrepiento...



Salvad mi alma, vos que sois ministro del Señor...



DON ÁLVARO (Aterrado.). ¡No, no no soy más que un réprobo, presa infeliz del



demonio! Mis palabras sacrílegas aumentarían vuestra condenación. Estoy manchado



de sangre, soy irregular.. Pedid a Dios misericordia... y.. esperad..., cerca vive un santo



penitente..., podrá absolveros... Pero está prohibido acercarse a su mansión... ¿Qué



importa? Yo que he roto todos los vínculos, que he hollado todas las obligaciones...



(Don Álvaro corre hasta la puerta de la ermita. El ermitaño que vive



apartado en ella resulta ser doña Leonor, la enamorada de don Alvaro y



hermana de don Alfonso. a quien ambos creían muerta. Es ya la escena



VII)



DON ÁLVARO (Retrocediendo horrorizado por la montaña abajo.) ¡Una



mujer!... ¡Cielos!... ¡Qué acento!... ¡Es un espectro!... Imagen adorada.., ¡Leonor!



¡Leonor!



DON ALFONSO (Como queriéndose incorporar.). ¡Leonor!... ¿Qué escucho?'



¡Mi hermana!



DOÑA LEONOR (Corriendo detrás de DON ÁLVARO).



¡Dios rnío! ¿Es don Álvaro?... Conozco su voz... El es... ¡Don Álvaro!



DON ALFONSO. ¡Oh furia! Ella es... ¡Estaba aquí con su seductor!... ¡Hipócritas!...



¡Leonor!



DOÑA LEONOR. ¡Cielos!... ¡Otra voz conocida!... ¿Mas que veo?... (Se precipita



hacia donde ve a DON ALFONSO)



DON ALFONSO. ¡Ves al último de tu infeliz familia!



DOÑA LEONOR (Precipitándose en los brazos de su hermano.).



¡Hermano mío!... ¡Alfonso!



DON ALFONSO (Hace un esfuerzo, saca un puñal, y hiere de muerte a



LEONOR.). Toma, causa de tantos desastres, recibe el premio de tu deshonra...



Muero vengado. (Muere.)



DON ÁLVARO. ¡Desdichado!... ¿Qué hiciste?... ¡Leonor! ¿Eras tú?... ¿Tan



cerca de mí estabas?... ¡Ay! (Sin osar acercarse a los cadáveres.) Aún respira..., aún



palpita aquel corazón todo mío... Ángel de mi vida..., vive, vive..., yo te adoro...



¡Te hallé, por fin..., sí, te hallé... muerta! (Queda inmóvil.)



[ESCENA ÚLTIMA]



(Hay un rato de silencio; los truenos resuenan más fuertes que nunca,



crecen los relámpagos, y se oye cantar a lo lejos el «Miserere» a la



comunidad, que se acerca lentamente.)



VOZ DENTRO. Aquí, aquí; ¡qué horror! (DON ÁLVARO vuelve en sí, y



luego huye hacia la montaña. Sale el PADRE GUARDIÁN con la



comunidad, que queda asombrada.)



PADRE GUARDIÁN. ¡Dios mío!... ¡Sangre derramado! ¡Cadáveres!... ¡La mujer



penitente!



TODOS LOS FRAILES. Una mujer... ¡Cielos!



PADRE GUARDIÁN. ¡Padre Rafael!



DON ÁLVARO (Desde un risco, con sonrisa diabólica, todo convulso,



dice:) Busca, imbécil, al Padre Rafael... Yo soy un enviado del infierno, soy el



demonio exterminador... Huid, miserables.



TODOS. ¡Jesús, Jesús!



DON ALVARO. Infierno, abre tu boca y trágame. Húndase el cielo, perezca la



raza humana; exterminio, destrucción... (Sube a lo más alto del monte y se



precipita.)



EL PADRE GUARDIÁN Y LOS FRAILES (Aterrados y en actitudes diversas.).



¡Misericordia, señor! ¡Misericordia!



El día de Difuntos de 1836

Fígaro en el cementerio



Mariano José de Larra
















Beati qui moriuntur in domino







En atención a que no tengo gran memoria, circunstancia que no deja de contribuir a esta especie de felicidad que dentro de mí mismo me he formado, no tengo muy presente en qué artículo escribí (en los tiempos en que yo escribía) que vivía en un perpetuo asombro de cuantas cosas a mi vista se presentaban. Pudiera suceder también que no hubiera escrito tal cosa en ninguna parte, cuestión en verdad que dejaremos a un lado por harto poco importante en época en que nadie parece acordarse de lo que ha dicho ni de lo que otros han hecho. Pero suponiendo que así fuese, hoy, día de difuntos de 1836, declaro que si tal dije, es como si nada hubiera dicho, porque en la actualidad maldito si me asombro de cosa alguna. He visto tanto, tanto, tanto... como dice alguien en El Califa. Lo que sí me sucede es no comprender claramente todo lo que veo, y así es que al amanecer un día de difuntos no me asombra precisamente que haya tantas gentes que vivan; sucédeme, sí, que no lo comprendo.
En esta duda estaba deliciosamente entretenido el día de los Santos, y fundado en el antiguo refrán que dice: Fíate en la Virgen y no corras (refrán cuyo origen no se concibe en un país tan eminentemente cristiano como el nuestro), encomendábame a todos ellos con tanta esperanza, que no tardó en cubrir mi frente una nube de melancolía; pero de aquellas melancolías de que sólo un liberal español en estas circunstancias puede formar una idea aproximada. Quiero dar una idea de esta melancolía; un hombre que cree en la amistad y llega a verla por dentro, un inexperto que se ha enamorado de una mujer, un heredero cuyo tío indiano muere de repente sin testar, un tenedor de bonos de Cortes, una viuda que tiene asignada pensión sobre el tesoro español, un diputado elegido en las penúltimas elecciones, un militar que ha perdido una pierna por el Estatuto, y se ha quedado sin pierna y sin Estatuto, un grande que fue liberal por ser prócer, y que se ha quedado sólo liberal, un general constitucional que persigue a Gómez, imagen fiel del hombre corriendo siempre tras la felicidad sin encontrarla en ninguna parte, un redactor del Mundo en la cárcel en virtud de la libertad de imprenta, un ministro de España y un rey, en fin, constitucional, son todos seres alegres y bulliciosos, comparada su melancolía con aquella que a mí me acosaba, me oprimía y me abrumaba en el momento de que voy hablando.
Volvíame y me revolvía en un sillón de estos que parecen camas, sepulcro de todas mis meditaciones, y ora me daba palmadas en la frente, como si fuese mi mal de casado, ora sepultaba las manos en mis faltriqueras, a guisa de buscar mi dinero, como si mis faltriqueras fueran el pueblo español y mis dedos otros tantos gobiernos, ora alzaba la vista al cielo como si en calidad de liberal no me quedase más esperanza que en él, ora la bajaba avergonzado como quien ve un faccioso más, cuando un sonido lúgubre y monótono, semejante al ruido de los partes, vino a sacudir mi entorpecida existencia.
¡Día de Difuntos! –exclamé.
Y el bronce herido que anunciaba con lamentable clamor la ausencia eterna de los que han sido, parecía vibrar más lúgubre que ningún año, como si presagiase su propia muerte. Ellas también, las campanas, han alcanzado su última hora, y sus tristes acentos son el estertor del moribundo; ellas también van a morir a manos de la libertad, que todo lo vivifica, y ellas serán las únicas en España ¡santo Dios!, que morirán colgadas. ¡Y hay justicia divina!
La melancolía llegó entonces a su término; por una reacción natural cuando se ha agotado una situación, ocurriome de pronto que la melancolía es la cosa más alegre del mundo para los que la ven, y la idea de servir yo entero de diversión...
¡Fuera –exclamé–, fuera! –como si estuviera viendo representar a un actor español–: ¡fuera! –como si oyese hablar a un orador en las Cortes. Y arrojeme a la calle; pero en realidad con la misma calma y despacio como si tratase de cortar la retirada a Gómez.
Dirigíanse las gentes por las calles en gran número y larga procesión, serpenteando de unas en otras como largas culebras de infinitos colores: ¡al cementerio, al cementerio! ¡Y para eso salían de las puertas de Madrid!
Vamos claros, dije yo para mí, ¿dónde está el cementerio? ¿Fuera o dentro? Un vértigo espantoso se apoderó de mí, y comencé a ver claro. El cementerio está dentro de Madrid. Madrid es el cementerio. Pero vasto cementerio donde cada casa es el nicho de una familia, cada calle el sepulcro de un acontecimiento, cada corazón la urna cineraria de una esperanza o de un deseo.
Entonces, y en tanto que los que creen vivir acudían a la mansión que presumen de los muertos, yo comencé a pasear con toda la devoción y recogimiento de que soy capaz las calles del grande osario.
¡Necios! –decía a los transeúntes–. ¿Os movéis para ver muertos? ¿No tenéis espejos por ventura? ¿Ha acabado también Gómez con el azogue de Madrid? ¡Miraos, insensatos, a vosotros mismos, y en vuestra frente veréis vuestro propio epitafio! ¿Vais a ver a vuestros padres y a vuestros abuelos, cuando vosotros sois los muertos? Ellos viven, porque ellos tienen paz; ellos tienen libertad, la única posible sobre la tierra, la que da la muerte; ellos no pagan contribuciones que no tienen; ellos no serán alistados ni movilizados; ellos no son presos ni denunciados; ellos, en fin, no gimen bajo la jurisdicción del celador del cuartel; ellos son los únicos que gozan de la libertad de imprenta, porque ellos hablan al mundo. Hablan en voz bien alta y que ningún jurado se atrevería a encausar y a condenar. Ellos, en fin, no reconocen más que una ley, la imperiosa ley de la Naturaleza que allí les puso, y ésa la obedecen.
¿Qué monumento es éste? -exclamé al comenzar mi paseo por el vasto cementerio–. ¿Es él mismo un esqueleto inmenso de los siglos pasados o la tumba de otros esqueletos? «¡Palacio!» Por un lado mira a Madrid, es decir, a las demás tumbas; por otro mira a Extremadura, esa provincia virgen... como se ha llamado hasta ahora. Al llegar aquí me acordé del verso de Quevedo: «Y ni los v... ni los diablos veo». En el frontispicio decía: «Aquí yace el trono; nació en el reinado de Isabel la Católica, murió en La Granja de un aire colado». En el basamento se veían cetro y corona y demás ornamentos de la dignidad real. «La Legitimidad», figura colosal de mármol negro, lloraba encima. Los muchachos se habían divertido en tirarle piedras, y la figura maltratada llevaba sobre sí las muestras de la ingratitud.
¿Y este mausoleo a la izquierda? «La armería.» Leamos:
«Aquí yace el valor castellano, con todos sus pertrechos».
Los Ministerios: «Aquí yace media España; murió de la otra media».
Doña María de Aragón: «Aquí yacen los tres años».
Y podía haberse añadido: aquí callan los tres años. Pero el cuerpo no estaba en el sarcófago; una nota al pie decía:
«El cuerpo del santo se trasladó a Cádiz en el año 23, y allí por descuido cayó al mar».
Y otra añadía, más moderna sin duda: «Y resucitó al tercero día».
Más allá: ¡Santo Dios!, «Aquí yace la Inquisición, hija de la fe y del fanatismo: murió de vejez». Con todo, anduve buscando alguna nota de resurrección: o todavía no la habían puesto, o no se debía de poner nunca.
Alguno de los que se entretienen en poner letreros en las paredes había escrito, sin embargo, con yeso en una esquina, que no parecía sino que se estaba saliendo, aun antes de borrarse: «Gobernación». ¡Qué insolentes son los que ponen letreros en las paredes! Ni los sepulcros respetan.
¿Qué es esto? ¡La cárcel! «Aquí reposa la libertad del pensamiento.» ¡Dios mío, en España, en el país ya educado para instituciones libres! Con todo, me acordé de aquel célebre epitafio y añadí involuntariamente:




Aquí el pensamiento reposa,






en su vida hizo otra cosa.










Dos redactores del Mundo eran las figuras lacrimatorias de esta grande urna. Se veían en el relieve una cadena, una mordaza y una pluma. Esta pluma, dije para mí, ¿es la de los escritores o la de los escribanos? En la cárcel todo puede ser.
«La calle de Postas», «la calle de la Montera». Éstos no son sepulcros. Son osarios, donde, mezclados y revueltos, duermen el comercio, la industria, la buena fe, el negocio.
Sombras venerables, ¡hasta el valle de Josafat!
Correos. «¡Aquí yace la subordinación militar!»
Una figura de yeso, sobre el vasto sepulcro, ponía el dedo en la boca; en la otra mano una especie de jeroglífico hablaba por ella: una disciplina rota.
Puerta del Sol. La Puerta del Sol: ésta no es sepulcro sino de mentiras.
La Bolsa. «Aquí yace el crédito español». Semejante a las pirámides de Egipto, me pregunté, ¿es posible que se haya erigido este edificio sólo para enterrar en él una cosa tan pequeña?
La Imprenta Nacional. Al revés que la Puerta del Sol, éste es el sepulcro de la verdad. Única tumba de nuestro país donde a uso de Francia vienen los concurrentes a echar flores.
La Victoria. Ésa yace para nosotros en toda España. Allí no había epitafio, no había monumento. Un pequeño letrero que el más ciego podía leer decía sólo: «¡Este terreno le ha comprado a perpetuidad, para su sepultura, la junta de enajenación de conventos!»
¡Mis carnes se estremecieron! ¡Lo que va de ayer a hoy! ¿Irá otro tanto de hoy a mañana?
Los teatros. «Aquí reposan los ingenios españoles.» Ni una flor, ni un recuerdo, ni una inscripción.
«El Salón de Cortes». Fue casa del Espíritu Santo; pero ya el Espíritu Santo no baja al mundo en lenguas de fuego.




Aquí yace el Estatuto,






vivió y murió en un minuto.










Sea por muchos años, añadí, que sí será: éste debió de ser raquítico, según lo poco que vivió.
«El Estamento de Próceres.» Allá en el Retiro. Cosa singular. ¡Y no hay un Ministerio que dirija las cosas del mundo, no hay una inteligencia previsora, inexplicable! Los próceres y su sepulcro en el Retiro.
El sabio en su retiro y villano en su rincón.
Pero ya anochecía, y también era hora de retiro para mí. Tendí una última ojeada sobre el vasto cementerio. Olía a muerte próxima. Los perros ladraban con aquel aullido prolongado, intérprete de su instinto agorero; el gran coloso, la inmensa capital, toda ella se removía como un moribundo que tantea la ropa; entonces no vi más que un gran sepulcro: una inmensa lápida se disponía a cubrirle como una ancha tumba.
No había «aquí yace» todavía; el escultor no quería mentir; pero los nombres del difunto saltaban a la vista ya distintamente delineados.
«¡Fuera –exclamé– la horrible pesadilla, fuera! ¡Libertad! ¡Constitución! ¡Tres veces! ¡Opinión nacional! ¡Emigración! ¡Vergüenza! ¡Discordia!» Todas estas palabras parecían repetirme a un tiempo los últimos ecos del clamor general de las campanas del día de Difuntos de 1836.
Una nube sombría lo envolvió todo. Era la noche. El frío de la noche helaba mis venas. Quise salir violentamente del horrible cementerio. Quise refugiarme en mi propio corazón, lleno no ha mucho de vida, de ilusiones, de deseos.
¡Santo cielo! También otro cementerio. Mi corazón no es más que otro sepulcro. ¿Qué dice? Leamos. ¿Quién ha muerto en él? ¡Espantoso letrero! «¡Aquí yace la esperanza!»
¡Silencio, silencio!
El Español, n.º 368, 2 de noviembre de 1836.







 














                                                                                                              

12 comentarios:

  1. Schau dir "Trabajo castellano iesxebic" auf YouTube an - https://youtu.be/qLaHqAB8tGo

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  2. Trabajo de Carla, Erika, Mavi y Meri: https://www.youtube.com/watch?v=bTHwfbs1fsw

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  5. cuales son las respuestas a las preguntas

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  6. 1. ¿Qué le regala Alfonso a Beatriz y con qué excusa lo hace?
    2. ¿Por qué motivo vuelve Alonso al Monte de las Ánimas? (en realidad son dos: uno referido a su prima y otro referido a su honor)
    3. ¿Cómo encuentran los criados a Beatriz por la mañana? ¿Por qué? ¿Qué cosa en concreto ha visto?
    4. Describe qué es lo que contó antes de morir un cazador que pasó la noche de Difuntos en el Monte de las Ánimas.
    5. Vocabulario: templarios, reclinatorio, friolera.


    MAESE PÉREZ EL ORGANISTA
    1. Realiza una breve caracterización de Maese Pérez, tanto física como moral.
    2. Explica con detalle las circunstancias de su muerte (cómo, cuándo, dónde y haciendo qué).
    3. ¿Quién toca el órgano al año siguiente de la muerte de Maese Pérez? Explica por qué ese personaje había aparecido ya antes en la iglesia y cómo es.
    4. ¿Quién toca el órgano el último año relatado en la leyenda? ¿A qué se dedica? ¿Cómo termina la misa?
    5. Vocabulario: introito, ofertorio, usarced…
    EL RAYO DE LUNA
    1. Describe cómo es Manrique: qué le gusta, qué hace, en qué cree, qué opina la gente de él…
    2. Manrique se obsesiona por una mujer cuya presencia intuye… ¿Dónde y cuándo? ¿Cómo empieza a seguirla y cómo pasa la noche?
    3. ¿Cómo le afecta a Manrique el descubrir la verdad sobre la mujer a la que persigue? ¿En qué manera cambia su manera de vivir?
    4. ¿Por qué cree el narrador que Manrique ha recobrado la cordura al final de la historia? Explícalo detalladamente.
    5. Vocabulario: orla, lontananza.
    EL BESO
    1. El protagonista de esta leyenda es un joven capitán que se siente fascinado por la belleza de una dama esculpida en mármol. ¿Dónde se halla esa estatua y cómo llega el capitán a ese lugar?
    2. En esta leyenda se menciona la fábula de la Galatea. Resúmela brevemente.
    3. ¿Qué opinan los soldados de la extraña afición del capitán?
    4. ¿Qué ocurre cuando el joven capitán intenta besar a la mujer esculpida?
    5. Vocabulario: ostracismo.
    LA CORZA BLANCA
    1. El pastor Esteban le cuenta a los caballeros de don Dionís una historia sobre unas corzas. Resúmela.
    2. ¿De quién está enamorado Garcés y qué le promete? ¿Cómo reacciona la mujer ante esa promesa?
    3. Explica lo que ve Garcés mientras pasa la noche en el bosque.
    4. ¿Qué sucede cuando Garcés hiere mortalmente a la corza blanca?

    EL MISERERE
    1. ¿Dónde está la abadía de la que se habla en esta leyenda?
    2. Según el abad, ¿qué sucede en las ruinas del antiguo monasterio cada Jueves Santo?
    3. ¿Consigue el músico concluir la composición con la música celestial que había escuchado?
    4. Vocabulario: romero, miserere.


      







    Tarea individual:

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  7. 1. ¿Qué le regala Alfonso a Beatriz y con qué excusa lo hace?
    2. ¿Por qué motivo vuelve Alonso al Monte de las Ánimas? (en realidad son dos: uno referido a su prima y otro referido a su honor)
    3. ¿Cómo encuentran los criados a Beatriz por la mañana? ¿Por qué? ¿Qué cosa en concreto ha visto?
    4. Describe qué es lo que contó antes de morir un cazador que pasó la noche de Difuntos en el Monte de las Ánimas.
    5. Vocabulario: templarios, reclinatorio, friolera.


    MAESE PÉREZ EL ORGANISTA
    1. Realiza una breve caracterización de Maese Pérez, tanto física como moral.
    2. Explica con detalle las circunstancias de su muerte (cómo, cuándo, dónde y haciendo qué).
    3. ¿Quién toca el órgano al año siguiente de la muerte de Maese Pérez? Explica por qué ese personaje había aparecido ya antes en la iglesia y cómo es.
    4. ¿Quién toca el órgano el último año relatado en la leyenda? ¿A qué se dedica? ¿Cómo termina la misa?
    5. Vocabulario: introito, ofertorio, usarced…
    EL RAYO DE LUNA
    1. Describe cómo es Manrique: qué le gusta, qué hace, en qué cree, qué opina la gente de él…
    2. Manrique se obsesiona por una mujer cuya presencia intuye… ¿Dónde y cuándo? ¿Cómo empieza a seguirla y cómo pasa la noche?
    3. ¿Cómo le afecta a Manrique el descubrir la verdad sobre la mujer a la que persigue? ¿En qué manera cambia su manera de vivir?
    4. ¿Por qué cree el narrador que Manrique ha recobrado la cordura al final de la historia? Explícalo detalladamente.
    5. Vocabulario: orla, lontananza.
    EL BESO
    1. El protagonista de esta leyenda es un joven capitán que se siente fascinado por la belleza de una dama esculpida en mármol. ¿Dónde se halla esa estatua y cómo llega el capitán a ese lugar?
    2. En esta leyenda se menciona la fábula de la Galatea. Resúmela brevemente.
    3. ¿Qué opinan los soldados de la extraña afición del capitán?
    4. ¿Qué ocurre cuando el joven capitán intenta besar a la mujer esculpida?
    5. Vocabulario: ostracismo.
    LA CORZA BLANCA
    1. El pastor Esteban le cuenta a los caballeros de don Dionís una historia sobre unas corzas. Resúmela.
    2. ¿De quién está enamorado Garcés y qué le promete? ¿Cómo reacciona la mujer ante esa promesa?
    3. Explica lo que ve Garcés mientras pasa la noche en el bosque.
    4. ¿Qué sucede cuando Garcés hiere mortalmente a la corza blanca?

    EL MISERERE
    1. ¿Dónde está la abadía de la que se habla en esta leyenda?
    2. Según el abad, ¿qué sucede en las ruinas del antiguo monasterio cada Jueves Santo?
    3. ¿Consigue el músico concluir la composición con la música celestial que había escuchado?
    4. Vocabulario: romero, miserere.


      







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